Concurso 2018 – «El erotismo en el jardín»

El jardín siempre ha sido un lugar especialmente propicio para el romance y la pasión, frecuentado en siglos pasados por la nobleza y las clases altas para sus encuentros amorosos.

Desde la antigüedad el jardín ha estado vinculado a los conceptos del amor, al erotismo y a las pasiones desatadas entre dioses y humanos. En la época barroca los jardines se impregnan de sensualidad y se convierten en espacios para el juego, el coqueteo, los paseos y el placer. Los laberintos de los jardines adquieren, con el paso de las décadas, una carga sexual cada vez más evidente, llegando a vincularse al erotismo y al juego sexual en el Siglo de las Luces. Esto motivó las protestas de los clérigos, que consiguieron cerrar laberintos como el de los jardines de Versalles, según su denuncia, «por las actividades poco decorosas que las parejas practicaban en su interior».

Jardines con laberintos, fuentes, parterres, evocadores aromas florales que los convierten en lugares idóneos para la seducción. Jardines que invitan a la intimidad, a la confidencia, a perderse, a cumplir fantasías, a la sensualidad, al cortejo, a la búsqueda del encuentro entre amantes…

El cine, la literatura y el teatro no escapan a la atracción de recrear historias de amor, pasión, sensualidad y erotismo, con el jardín como escenario.

Presentación de las Propuestas hasta el 30 de noviembre

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