Ecos-Oikos

Edición 2016 – Parcela 1

La ciudad entendida como urbanidad es una conquista del hombre como ser social. Aún quedan, en esta ciudad caótica que sobrepasa nuestro control, espacios que nos recuerdan estos logros: el patio de un colegio, un día normal de mercado, la fiesta popular, la manifestación o el espacio multilingüe en una plaza pública. Dichos ejemplos remiten directamente a sonidos. Nuestra memoria sonora como “sociedad del bienestar” tal vez sea más potente que la visual. ¿Y si esos lugares evocados los materializamos a través de un espacio –continuo– invadido por naturaleza?

La naturaleza es aliada en la recuperación de la esencia urbana como un sistema de espacios libres predispuestos para la interacción social. La necesitamos entre espacios de aprendizaje (colegio→ filtros verdes que depuran, huerto…), espacios alegres (fiesta en la calle→ el cromatismo estacional, la celebración de la cosecha, el despertar del letargo invernal…), espacios de contacto con lo producido y con el otro (mercado→ huerto…); y, por supuesto, en espacios de paz, de silencio…, donde la naturaleza en lo urbano siempre ha sido una aliada (apenas el murmullo del agua entre el tintineo de las hojas mecidas por la brisa).

Proponemos una secuencia de espacios en los que la naturaleza se introduce como aliada en la recuperación de la  identidad urbana. A medida que paseamos, se van despertando sonidos asociados a la urbanidad que interactúan con texturas y colores que construimos fundamentalmente con material vegetal. Este material desdibuja un espacio definido por un patrón geométrico estrictamente ortogonal, convirtiéndolo en una secuencia de sensaciones. Intentamos maximizar el parque del futuro convertido y extendido a toda la trama urbana. La nueva selva urbana es posible, cada rincón es un lugar potencial para el encuentro entre naturaleza y sociedad.

Esta secuencia de lugares –huerto, patio, plaza…– forma un continuo que interactúa con el que pasa y con los sonidos próximos y lejanos. Nos introducimos en esta nueva selva entre trepadoras que enmarañan el espacio tridimensional. Poco a poco desaparecen, los sonidos se relajan, y al final descubrimos el remanso de paz: una pradera silvestre que silba.

Ecos de mundos reconocibles por revalorizar, combinados con un mundo natural por aprehender. Ecos que nos devuelven una realidad en armonía con el oikos.

 

Desdetrespalabras

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EQUIPO: Desdetrespalabras.
Marina Jiménez, Julio Jiménez, Ana Jiménez e María de la O García.

PROCEDENCIA: Vigo- Valladolid


Nos interesan los paisajes que crea el hombre con sus vivencias, con la mirada, con la memoria, los que formaliza con planos verticales y horizontales creando refugio, apertura, domesticidad, los que materializa con elementos sólidos o etéreos, vivos o inertes, texturas, colores…

Nos interesan los paisajes que crea la naturaleza con fuerza o calma, de forma cíclica o evolutiva, y que indefectiblemente son el soporte para la vida.

Marina Jiménez. Arquitecta, Doctora urbanista con una tesis sobre el sistema de parques como concepto estructurador de lo urbano, y Máster en arquitectura del paisaje.

Julio Jiménez. Arquitecto, integrado en el paisaje espiritual y vikingo de Borgund (Sojnefjord, fiordo de los Sueños, Noruega) e interesado en generar espacios de luz y de sombras.

Ana Jiménez. Arquitecta, Máster en Rehabilitación, implicada en proyectos de cooperación al desarrollo, y en los paisajes que crea el arte del origami.

María de la O García. Colaboradora necesaria. Arquitecta, miembro junto con Ana y Marina Jiménez del estudio lastresreinasmagas.com